La Hna. Sarah Heger, de la congregación de las Hermanas de San José de Carondelet, con alumnos de la escuela secundaria Marian Middle School de San Luis (Foto: cortesía Hermanas de San José de Carondelet/Linda Behrens)
Piensa en un momento en el que alguien a quien querías haya muerto o se haya marchado.
1) ¿Qué consecuencias tuvo el hecho de que esa persona dejara de formar parte de tu vida?
2) ¿Te pareció que tu vida estaba menos completa a causa de esa pérdida?
Este artículo se centra en el enorme impacto que la muerte de una persona tuvo en mucha gente, la mayoría de la cual no le conocía. Analiza cómo afrontaron su muerte y cómo su vida (y la de ellos) podría haberse transformado si el racismo no hubiera dividido a su comunidad.
La muerte de Michael Brown sigue avivando la lucha contra el racismo en Ferguson
Por Dawn Araujo-Hawkins
Traducido por Purificación Rodríguez
Nota de la editora: Este es el primer artículo de una serie de tres partes que aborda cómo las hermanas y otras personas trabajan para sanar las ciudades divididas tras incidentes de racismo contra la población negra. Lee la parte 2 y la parte 3.
En la actualidad, Cathy Doherty, de las Hermanas Escolares de Notre Dame, dedica la mayor parte de su energía a fomentar la amistad entre alumnos de distintas razas en las escuelas parroquiales de St. Louis [Estados Unidos]. Nunca imaginó que se dedicaría a esto, pero —como dice la Biblia en Proverbios— el propósito de Dios tiende a prevalecer sobre nuestros mejores planes.
Casi todas las superficies de la oficina de Doherty están cubiertas por una imagen, vela o estatuilla que representa a Nuestra Señora de Guadalupe, que da nombre a la parroquia de Ferguson, Missouri, donde ha servido durante casi tres décadas.
Sentada en una mesa de conferencias (uno de los pocos espacios sin cubrir de la sala), Doherty explica cómo los acontecimientos del 9 de agosto de 2014 pusieron patas arriba todo lo que creía entender sobre aquello a lo que Dios la había llamado.
"Mi vida cambió totalmente cuando Michael Brown murió", afirmó.
Antes del "incidente de Ferguson", como ella lo llama, el mundo entero de Doherty había sido la liturgia: su máster es en liturgia, había sido presidenta de la comisión litúrgica de St. Louis y dirigía el campamento anual de liturgia de la arquidiócesis de St. Louis para estudiantes de secundaria.
Sin embargo, después de que Darren Wilson, un agente de policía blanco, disparara contra Brown, un joven negro de 18 años, causándole la muerte a tan solo cinco kilómetros de la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, y después no se presentaran cargos por ello, Doherty consideró inapropiado centrarse en el ritual en lugar de en la injusticia racial.
"¿Cómo se vive con todos en torno a esa mesa eucarística si no se predica?", se pregunta.
Hoy, el objetivo de Doherty es alejar a los estudiantes del tipo de racismo que muchos atribuyen a Wilson: el que hace que un hombre blanco de 28 años mire a un adolescente negro desarmado y vea, en lugar de un ser humano, un "demonio" al que solo es posible detener con 12 cartuchos de munición.
El singular programa de Doherty está formado por alumnos de segundo, cuarto y séptimo curso de tres colegios: el de Nuestra Señora de Guadalupe, de mayoría negra e hispana, y los del Incarnate Word y St. Cletus, de mayoría blanca. El primer año del programa, los alumnos visitaron los colegios de los demás para conocer la doctrina social católica. El segundo año, Doherty se centró en la importancia de la cultura invitando a los alumnos a hacer árboles genealógicos e investigar sobre apariciones marianas en todo el mundo.
"Si empezamos cuando son pequeños, con suerte, cuando sean adultos no habrá racismo", comentó con una leve sonrisa.
Lesley McSpadden, de rojo, llora en el servicio fúnebre del 25 de agosto de 2014 por su hijo, Michael Brown, en el interior de la iglesia bautista misionera Friendly Temple, en St. Louis. (Foto: CNS/EPA/Robert Cohen)
La lucha contra el racismo hacia la población negra en St. Louis
En los cuatro años transcurridos desde la muerte de Brown, el desmantelamiento del racismo (tanto a nivel personal como sistémico) se ha convertido en una parte esencial de la misión de la arquidiócesis de St. Louis. Once días después de que dispararan a Brown, el arzobispo Robert Carlson anunció que reactivaba la comisión de derechos humanos (rebautizada comisión de paz y justicia) para ayudar a los católicos a responder mejor al dolor y la indignación públicos.
Tres religiosas, entre ellas Doherty, fueron incluidas en la comisión de 27 miembros. Su directora, Marie Kenyon, explicó que para entender realmente cómo las religiosas locales se han movilizado contra el racismo en los últimos años, hay que fijarse en la forma en que han transformado sus ministerios.
Por ejemplo, según Kenyon, una hermana artista abrió una galería de arte con un cuadro de un Cristo negro; otra hermana docente organizó una formación sobre diversidad e inclusión para los directores de todas las escuelas parroquiales; y una tercera hermana responsable comunitaria promovió conversaciones interraciales e interreligiosas sobre cuestiones raciales en el condado vecino de St. Charles. Kenyon aseguró que podría seguir y seguir.
Por supuesto, el racismo contra la población negra no apareció en Ferguson en 2014. La investigación del Departamento de Justicia de Estados Unidos sobre el cuerpo de policía de Ferguson, mayoritariamente blanco, descubrió un largo historial de agentes que señalaban a residentes negros para darles un trato degradante e inconstitucional. La propia St. Luis es la décima ciudad más segregada del país como consecuencia de las estrategias legales elaboradas durante la Gran Migración de la primera mitad del siglo XX para mantener a los negros fuera de los barrios blancos.
Pero la muerte de Brown y las protestas posteriores obligaron a muchos blancos de la zona de San Luis (incluidas religiosas y otros católicos centrados en la justicia social) a luchar contra su percepción de que la situación no era tan grave.
Para ilustrar cómo se ha expandido su conciencia, la Hna. Sarah Heger (Hermanas de San José de Carondelet y directora del Marian Middle School, una escuela católica de St. Louis para chicas de bajos ingresos y alto rendimiento) cuenta la historia del día en que la policía pasó por el estacionamiento mientras ella esperaba a que recogieran a las alumnas después de clase.
"Una de las chicas corrió hacia el gimnasio... muy asustada", explicó Heger y agregó: "Y no sé si antes [de la muerte de Brown] habría sido tan consciente de lo que eso suponía para ella y de cuál habría sido la respuesta adecuada".
Desde hace aproximadamente un año, Heger, quien se considera una ciudadana blanca aliada, ha participado en protestas casi diarias en Ferguson y sus alrededores. 'Protesta', sin embargo, es un término poco preciso, aseguró; porque asiste a la típica marcha en la calle, pero a veces 'protestar' significa ir de puerta en puerta para una campaña de registro de votantes o asistir en grupo a una reunión del ayuntamiento.
El memorial cerca del lugar donde Michael Brown fue asesinado en Ferguson, Missouri, en octubre de 2017. (Foto: GSR/Dawn Araujo-Hawkins)
"Lo que ves en las noticias es cuando hay una detención masiva o cuando se produce algún tipo de violencia", explicó Heger. "Pero, a ver, la gente ha marchado durante horas y horas y horas sin que nada de eso ocurriera, y nada de eso ha sido televisado", indicó.
Doherty, que ha permanecido en Ferguson durante tres estados de emergencia (todos declarados mientras los manifestantes tomaban las calles), está de acuerdo en que las protestas internas se han desarrollado de forma pacífica; han sido agitadores externos los que han saqueado comercios y quemado edificios. Según ella, era obvio que algunos de ellos no eran de la ciudad, porque destruyeron negocios que en realidad estaban en Dellwood, el pueblo de al lado.
Sin embargo, los manifestantes pacíficos no están exentos de críticas. Heger comentó que algunos habitantes blancos de St. Louis han expresado su frustración con los manifestantes, alegando que sus objetivos no están claros. Pero Heger cree que esa frustración refleja un malentendido básico de cómo funciona el racismo.
Manifestantes levantan las manos durante una manifestación el 16 de agosto de 2014 en protesta por la muerte de Michael Brown a causa de los disparos en Ferguson, Missouri. (Foto: CNS/St. Louis Review/Lisa Johnston)
Manifestantes en Ferguson, Missouri, huyen de una nube de gas lacrimógeno el 24 de noviembre de 2014, después de que los miembros del tribunal no presentaran ninguna acusación por la muerte a tiros de Michael Brown el 9 de agosto de 2014. (Foto: CNS /Reuters/Jim Young)
"No corresponde a los manifestantes tener una lista de reivindicaciones", declaró sacudiendo la cabeza y añadió: "Corresponde a las personas cuya piel se parece a la mía (las personas con poder y autoridad) decir: 'Vamos a cambiar esto porque está mal'. No porque quieran que cesen las protestas".
"Mi vida, mi conciencia, nunca regresarán"
En septiembre de 2015, la Comisión Ferguson publicó un informe de 198 páginas en el que se exponían muchos de los errores raciales de Ferguson y se ofrecían soluciones. La comisión multirracial (que el entonces gobernador de Misuri Jay Nixon había convocado el año anterior) sugirió reformas como la de hacer que las escuelas de la zona volvieran a cumplir las normas de acreditación, mejorar la relación entre la policía y la comunidad y construir viviendas dignas y asequibles para todos.
Pero en los años siguientes no ha cambiado mucho en Ferguson, señaló Adolphus Pruitt II, presidente de la NAACP de St. Louis.
"A pesar de que ha habido una cantidad significativa de atención a lo que está sucediendo en Ferguson, esto no ha generado precisamente una inversión a cambio", dijo a GSR, y añadió que los índices adversos para la vivienda, la salud y la educación de la población negra apenas se han movido en los últimos cuatro años.
Mientras tanto, los promotores inmobiliarios han invertido millones de dólares en nuevos proyectos comerciales. Sin embargo, estos proyectos han demostrado en su mayoría lo difícil que es eliminar el hábito de la supremacía blanca: como informó el St. Louis Post-Dispatch en 2017, se construyeron 41 nuevos negocios en Ferguson en un año, la mayoría de ellos en barrios predominantemente blancos.
Pruitt manifestó sus dudas acerca de que la mayoría de los puestos de trabajo creados hayan ido a parar a residentes de Ferguson.
La Hna. Sarah Heger con alumnos de la Marian Middle School de St. Louis. "Sé, personalmente, que mi vida, mi conciencia, nunca regresarán a ser lo que eran" antes de la muerte de Michael Brown en 2014, afirmó. (Foto: cortesía Hermanas de San José de Carondelet/Linda Behrens)
En septiembre de 2015, la Comisión Ferguson publicó un informe de 198 páginas en el que se exponían muchos de los errores raciales de Ferguson y se ofrecían soluciones. La comisión multirracial (que el entonces gobernador de Misuri Jay Nixon había convocado el año anterior) sugirió reformas como la de hacer que las escuelas de la zona volvieran a cumplir las normas de acreditación, mejorar la relación entre la policía y la comunidad y construir viviendas dignas y asequibles para todos.
Pero en los años siguientes no ha cambiado mucho en Ferguson, señaló Adolphus Pruitt II, presidente de la NAACP de St. Louis.
"A pesar de que ha habido una cantidad significativa de atención a lo que está sucediendo en Ferguson, esto no ha generado precisamente una inversión a cambio", dijo a GSR, y añadió que los índices adversos para la vivienda, la salud y la educación de la población negra apenas se han movido en los últimos cuatro años.
Mientras tanto, los promotores inmobiliarios han invertido millones de dólares en nuevos proyectos comerciales. Sin embargo, estos proyectos han demostrado en su mayoría lo difícil que es eliminar el hábito de la supremacía blanca: como informó el St. Louis Post-Dispatch en 2017, se construyeron 41 nuevos negocios en Ferguson en un año, la mayoría de ellos en barrios predominantemente blancos.
Pruitt manifestó sus dudas acerca de que la mayoría de los puestos de trabajo creados hayan ido a parar a residentes de Ferguson.
Cathy Doherty, de las Hermanas Escolares de Notre Dame, muestra algunos de los materiales que utilizó para ayudar a los estudiantes locales a conocer las apariciones marianas en todo el mundo. (Foto: GSR Dawn Araujo-Hawkins)
Convenció al obispo auxiliar Edward Rice para que liberara su agenda y pudiera celebrar la misa de apertura en señal de solidaridad y después de la misa ambos peregrinaron al lugar donde murió Brown.
Doherty contó que había una multitud de unas 300 personas ya reunidas allí, la mayoría de ellas sosteniendo rosas, un símbolo de paz, pero también el símbolo de Nuestra Señora de Guadalupe. Cuando llegaron al frente había una serie de velas de Nuestra Señora de Guadalupe junto al lugar donde el cuerpo de Brown había permanecido en medio de la calle durante cuatro horas.
Rice le preguntó si tenía miedo de la multitud.
"Ya no", respondió y agregó: "Guadalupe está con nosotros. Hoy no va a dejar que le pase nada a nadie".
- ¿Cómo afectó la muerte de Michael Brown a las vidas de las dos hermanas descritas en este artículo?
- ¿Qué acciones o iniciativas inspiró entre los líderes del Gobierno y de la Iglesia?
- ¿Cómo ha evolucionado la situación de los afroamericanos residentes en Ferguson y sus alrededores?
- ¿Qué debe cambiar para que se produzcan reformas en esta comunidad?
El apóstol Pablo les explicó a los primeros cristianos que cada uno de ellos aportaba dones únicos a la Iglesia. Los cristianos formamos el cuerpo de Cristo. Como sus manos y sus pies, sus ojos y sus oídos, cada uno de nosotros desempeña un papel importante. El cuerpo de Cristo, nos recuerda Pablo, se parece mucho a nuestro propio cuerpo.
"¿Un miembro sufre? Todos los demás sufren con él. ¿Un miembro es enaltecido? Todos los demás participan de su alegría".
Primera carta a los Corintios 12, 26
- Mira la foto del memorial a Michael Brown. ¿Qué don compartió con los que le conocían?
- ¿Qué dones aportas tú a otros miembros del cuerpo de Cristo?
- ¿Cómo podrías utilizar tus dones para ayudar a prevenir el racismo o consolar a los que han sido heridos por él?
Aunque la Biblia nos enseña que hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios, los obispos de Estados Unidos dejan claro que no todas las personas son tratadas con la dignidad que merecen los hijos de Dios:
"Los afroamericanos siguen luchando contra la percepción de que no son plenamente portadores de la imagen de Dios, de que encarnan menos inteligencia, belleza y bondad. Esta realidad representa más que unas pocas historias aisladas; fue la experiencia vivida por la gran mayoría de los afroamericanos durante la mayor parte de nuestra historia nacional. [...] La pobreza que sufren muchas de estas comunidades tiene sus raíces en políticas racistas que siguen impidiendo que la gente encuentre una vivienda asequible, un trabajo digno, una educación adecuada y movilidad social".
"Open Wide Our Hearts: The Enduring Call to Love" [Abrir de par en par nuestros corazones: La llamada permanente al amor] por la Conferencia Episcopal Católica de Estados Unidos, 2018.
- ¿Qué falsas suposiciones hace la gente de tu comunidad sobre los demás? ¿Se basan en aspectos naturales, como la apariencia o la edad, o en cosas que se pueden controlar o cambiar? ¿Cómo perjudican estas percepciones a tu comunidad?
- ¿Pueden los afroamericanos, por sí mismos, cambiar las percepciones y estructuras que crean obstáculos en sus vidas? ¿Qué papel desempeñan los creyentes para que se produzca el cambio?
Las hermanas de este artículo consideran que la muerte de Michael Brown ha cambiado sus vidas y sus comunidades.
- ¿Qué cualidades poseen que les ayudan a ofrecer alivio y esperanza a su comunidad?
- ¿Dones como la empatía, el coraje y la solidaridad son naturales en las personas o se desarrollan con el tiempo? ¿De qué manera crees que estas hermanas logran fortalecerse para responder a situaciones difíciles?
- Jesús del pueblo fue el ganador de un concurso de arte mundial celebrado en 2000 para encontrar una imagen de Cristo que hablara a la gente moderna. Reflexiona sobre la imagen basándote en lo que has aprendido en esta lección. ¿De qué manera esta imagen te interpela o te ofrece esperanza? Si tienes tiempo, dibuja una imagen o escribe un breve poema que refleje el cuerpo de Cristo actuando en el mundo de hoy.
- La mayoría de las diócesis tienen una oficina o comisión que se ocupa de la justicia social y la construcción de la paz, y la mayoría de los estados tienen una conferencia episcopal católica que aboga por cuestiones de política pública. Investiga las iniciativas que los líderes eclesiásticos de tu diócesis o estado están llevando a cabo para promover la justicia racial.
Dios creador, Tú nos formas a todos a tu imagen y semejanza.
Nos bendices con dones y nos llamas a compartirlos como un solo cuerpo en Cristo.
Tú nos inspiras a superar los prejuicios y el odio terrenales.
Haz que estas palabras de fe y esperanza se conviertan en acción cuando sigamos tu llamada a amar a todos nuestros hermanos y hermanas.
Amén.
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