A los 47 años, tras superar barreras raciales y un matrimonio traumático anulado, una maestra del sur profundo de EE.UU. cumplió su sueño de infancia: ser religiosa. Décadas después de criar a sus tres hijos, Jannette Pruitt ingresó a las Hermanas de San Francisco y descubrió su don: crear ornamentos litúrgicos afrocéntricos. Hoy, con 76 años,nietos y bisnietos, celebra la herencia negra en la Iglesia y la resiliencia de su pueblo. "Dios nos vio y entiende todo lo que pasamos", comenta.