"Las mujeres constituyen el sector marginado de la sociedad patriarcal de Pakistán. Ser una mujer perteneciente a una minoría supone un doble peligro y ser una mujer pobre perteneciente a una minoría añade otro grado de persecución": Hna. Genevieve Ram Lal. En la imagen, la religiosa pronuncia un discurso sobre la igualdad de género en una iglesia presbiteriana de Lahore, el 20 de mayo de 2023. (Foto: Kamran Chaudhry/ GSR)
La Hna. Genevieve Ram Lal, religiosa pakistaní de la Congregación de las Hermanas de la Caridad de Jesús y María, fue nombrada directora nacional de la Organización de Mujeres Católicas en 2012.
Desde entonces, la activista, de 65 años, ayuda y asesora a las mujeres para evitar que sean explotadas o maltratadas por sus familias o allegados ofreciéndoles consejo y apoyo para la reconciliación.
Ram Lal trabaja con consejeros eclesiásticos y profesionales para abordar las situaciones de conflicto y posconflicto; y su equipo empodera a las mujeres —en seis diócesis de este país, de mayoría musulmana— mediante la concienciación y el desarrollo de capacidades, a fin de que ellas desempeñen un papel activo en la lucha por sus derechos y se implante una cultura basada en la igualdad de género y la dignidad humana.
En Pakistán, grupos eclesiásticos cristianos han acusado —desde hace más de una década— a las instituciones religiosas islámicas de abstenerse de investigar los crecientes casos de secuestros, matrimonios forzados y conversiones forzosas de mujeres pertenecientes a minorías cristianas e hindúes.
A esta lucha se ha sumado con fuerza la Organización de Mujeres Católicas dirigida por Ram Lal —con el apoyo de Missio Aachen, la Sociedad Misionera Pontificia de Alemania—, que ofrece asistencia jurídica en casos de violencia de género, conversiones y matrimonios forzados, secuestros, separación entre parejas, divorcio, custodia de los hijos y acusaciones de robo contra las hijas de las empleadas domésticas.
La 'familia', tal y como Ram Lal llama a su organización, atendió a 8228 personas el año pasado a través de 12 talleres de educación en derechos humanos, 13 sesiones de formación religiosa, 13 sesiones de salud y otras actividades.
En este país asiático se denunciaron 39 casos de conversiones forzadas entre enero y el 10 de mayo de 2023, según el Centro para la Justicia Social, con sede en Lahore. Dieciocho de los convertidos eran menores de 18 años y ocho, menores de 14 años; dos eran mayores de 18. No se informó de la edad de 11 víctimas o se ocultó; probablemente eran menores.
En 2022 se denunciaron al menos 124 incidentes, de los cuales 81 eran hindúes, 42 cristianos y uno sij. Entre las 78 niñas de 2021, el 76 % eran menores de 18 años y no se mencionó la edad del 18 %. Los casos denunciados en 2022 se incrementaron en un 59 % con respecto al año anterior.
"Las mujeres católicas están muy por detrás de otras confesiones en cuanto a concienciación y educación. Las mujeres cristianas de otras iglesias pueden agruparse fácilmente. A las mujeres católicas les resulta difícil abandonar sus hogares y reclaman el pago de gastos de viaje para asistir a seminarios": Hna. Genevieve Ram Lal. La imagen muestra a la religiosa antes de pronunciar un discurso en el Colegio Convento del Sagrado Corazón de Lahore, Pakistán, el 15 de mayo de 2023. (Foto: Kamran Chaudhry/GSR)
GSR: Háblenos de los retos de las mujeres cristianas en Pakistán.
Ram Lal: Las mujeres constituyen el sector marginado de la sociedad patriarcal de Pakistán. Ser una mujer perteneciente a una minoría supone un doble peligro y ser una mujer pobre perteneciente a una minoría añade otro grado de persecución.
Las mujeres cristianas son víctimas continuas de la violencia con ofensas físicas y verbales, abusos psicológicos y sexuales, violaciones (incluida la conyugal), agresiones, conversiones forzadas [al islam] y matrimonios forzados. Se encuentran especialmente indefensas en el ámbito de la salud y la educación.
Lamentablemente, las instituciones y los departamentos responsables de impartir justicia no están sensibilizados con las cuestiones de género en nuestro país. Puesto que la corrupción va en aumento, a las mujeres les resulta difícil incluso denunciar los casos, y si estos casos se registran, las mujeres tienen que enfrentarse de nuevo a un trato desigual y prejuicioso.
Las mujeres cristianas que trabajan en el servicio doméstico llevan consigo a sus hijas por temor a dejarlas solas en casa. Desgraciadamente, estas niñas suelen ser víctimas al ser acusadas de ladronas, violadas y maltratadas en las casas de los ricos.
Las mujeres católicas están muy por detrás de otras confesiones en cuanto a concienciación y educación. Las mujeres cristianas de otras iglesias pueden agruparse fácilmente. A las mujeres católicas les resulta difícil abandonar sus hogares y reclaman el pago de gastos de viaje para asistir a seminarios.
La famosa exhortación apostólica Amoris Laetitia del papa Francisco hace hincapié en el cuidado pastoral y espiritual de la Iglesia en favor del matrimonio y la vida familiar y guía nuestro trabajo con las familias.
¿Cuáles son los retos a los que se enfrenta al dirigir la Organización de Mujeres Católicas?
Hay más fatalismo en las mujeres de minorías religiosas, quienes prefieren evitar hablar de sus derechos. "¿De qué servirá luchar?", dicen. Intentamos convencerlas de que luchen por una sociedad mejor y eduquen a la próxima generación. La juventud es nuestra esperanza para el cambio y la transformación.
La cuestión de la fe entre las mujeres cristianas es otro reto. Estamos trabajando para presentarles a la persona de Cristo y fortalecer su fe superficial. Creen en Jesús, pero no lo viven a nivel personal.
Así, la depresión y la desesperanza prevalecen entre los cristianos que viven en bastis (pequeños barrios de chabolas). Esto ha desembocado en problemas de prostitución y alcoholismo en los poblados cristianos, donde la mayoría de las jóvenes son el sustento de la familia y trabajan como enfermeras o esteticistas, mientras que los hombres son en su mayoría desempleados o drogadictos.
Cuéntenos cómo es su experiencia al frente de una escuela en un país islámico y cómo fomenta la armonía interreligiosa.
Las escuelas gestionadas por la Iglesia son el mejor escenario para lograr la armonía interreligiosa. Al prestar este servicio a la humanidad, padres, alumnos y profesores comprenden y aprecian las otras religiones.
Las escuelas misioneras de élite son populares en el país por su disciplina y su enseñanza superior.
Tanto el anterior presidente Asif Ali Zardari como el anterior primer ministro Nawaz Sharif fueron alumnos de escuelas católicas en Karachi y Lahore, respectivamente. La hija de Sharif, Maryam Nawaz, es la última política de alto nivel que ha estudiado en una escuela misionera a medida que crece la competencia. El aumento de dicha competencia de las escuelas privadas ha obligado a las escuelas gestionadas por la Iglesia a publicitar las admisiones en su límite para atraer a los alumnos.
Advertisement
Estas escuelas tienen más alumnos musulmanes. De este modo, surge una buena oportunidad para acabar con la mentalidad discriminatoria y proyectar los valores que propicien la reconciliación.
La educación de calidad es importante para la transformación sociocultural y espiritual que necesita nuestro país. Las sesiones con los alumnos sobre la igualdad de género animan a los chicos a convertirse en ayudantes y a trabajar juntos para lograr la igualdad.
Trabajar durante dos décadas como directora de escuelas católicas en la diócesis de Lahore y en Rawalpindi, vecina de la capital Islamabad, fue para mí una oportunidad de [educar] a los alumnos de las minorías y hacer que confiaran en sí mismos y que valoraran no solo otras religiones, sino también otras confesiones.
¿Podría compartir su opinión sobre el bajo índice de alfabetización entre los cristianos a pesar de que los misioneros fueron pioneros en la creación de escuelas y de que hay muchas escuelas gestionadas por la Iglesia en Pakistán?
Los cristianos fueron pioneros en la educación moderna del subcontinente. En 1849, dos misioneros presbiterianos fundaron la Rang Mahal School, la primera escuela inglesa de la región. Las congregaciones tenían la misión y la visión de educar al pueblo de Pakistán.
Sin embargo, solamente el 34 % de las minorías religiosas, incluidos los cristianos, tienen un buen nivel de alfabetización y apenas un 4 % de ellos cursan estudios universitarios.
Los cristianos siguen comparando a los líderes eclesiásticos locales con los misioneros que solían apoyar a las comunidades con fondos extranjeros. Mientras la ayuda exterior se agota, las familias católicas siguen queriendo educación gratuita para sus hijos en medio de una economía que se hunde, y yo estoy en contra de eso. No queremos producir mendigos. La educación gratuita es algo que se da por descontado.
A pesar de las becas completas concedidas por la Comunidad de Sant'Egidio, el año pasado tan solo dos chicas y un chico pudieron pasar a la educación superior (11.º curso) en el marco del proyecto Esperanza de Futuro en Rawalpindi. Los chicos procedentes de bastis cristianas tienen una tendencia mayor a las drogas y otros males sociales después del 5.º curso. En consecuencia, las chicas con estudios superiores tienen problemas para encontrar pareja.
"Las mujeres cristianas son víctimas continuas de la violencia con ofensas físicas y verbales, abusos psicológicos y sexuales, y violaciones, incluida la conyugal": Hna. Genevieve Ram Lal. En la imagen, la religiosa, directora desde 2012 de la Organización de Mujeres Católicas de Pakistán, pronuncia un discurso sobre la igualdad de género en una iglesia presbiteriana de Lahore, Pakistán, el 20 de mayo de 2023. (Foto: Kamran Chaudhry/ GSR)
Le agradecería que compartiera su preocupación por el plan de estudios criticado a menudo por ser imparcial e intolerante con las minorías religiosas.
La Iglesia católica, que gestiona 448 institutos de enseñanza, ha criticado en numerosas ocasiones el plan de estudios por ensalzar únicamente a personalidades islámicas a la vez que presentaba a los seguidores de otras religiones como infieles y retrataba de forma negativa al cristianismo, hiriendo así nuestra fe y nuestros sentimientos. Los libros de texto tienen excesivo contenido islámico, incluso los de ciencias.
Al ser las únicas instituciones educativas que imparten clases de catecismo, la mayoría de los padres cristianos están a favor de las escuelas dirigidas por la Iglesia. Los niños no musulmanes tienen la opción de cursar estudios de ética y moral desde el tercer curso.
En 2007 se introdujo el plan de estudios de Ikhlakiyat (Ética) en el currículo nacional para los alumnos no musulmanes como alternativa al Islamiyat (Estudio Islámico) obligatorio. A la mayoría de las escuelas públicas no se les dio opción y siguieron un lento proceso de incorporación de Ética. Los no musulmanes prefirieron cursar Islamiyat por miedo a obtener bajas calificaciones en los exámenes anuales.
En 2021 el anterior primer ministro Imran Khan introdujo el currículo nacional único como sistema educativo común en toda la nación. El Ministerio Federal de Educación incorporó siete religiones minoritarias (bahaí, budismo, cristianismo, hinduismo, kalasha, sijismo y zoroastrismo) hasta el 5.º curso en la asignatura de estudios religiosos, lo que nos dio cierta libertad.
Educadores y grupos cristianos, como la Comisión Nacional para la Justicia y la Paz de los obispos católicos, trabajaron intensamente para sacar a la luz los contenidos del programa escolar. El nuevo plan de estudios es mejor que el anterior, después de eliminar el material despectivo, pero ahora hay más contenido islámico.
A pesar de la incorporación de estudios religiosos, los obispos aseguran que no dejarán de impartir el catecismo en las escuelas gestionadas por el consejo diocesano de educación, [porque] es la base del catolicismo.
Nota: Este artículo fue publicado originalmente en inglés el 5 de septiembre de 2023.
