Comprometidos con los pobres, los migrantes, las víctimas de trata, los eternamente excluidos y con el medio ambiente. Unidos en favor de reformas en el corazón de las estructuras de la Iglesia. Profetas, serviciales, místicos o mártires. Valientes. Estas son algunas de las cualidades más importantes de quienes participan de la vida religiosa, estima Liliana Franco, presidenta de la Confederación Latinoamericana de Religiosos (CLAR). La hermana Franco es también una voz potente contra el abuso en la Iglesia católica, por eso invita a que los religiosos y las religiosas denuncien los abusos físicos, espirituales o sexuales que sufran o que puedan haber sufrido en su seno.