Las residentes de Marian House realizan una entrevista simulada en agosto de 2018 como parte de un programa de preparación para el empleo de ocho semanas de duración impartido por la organización. "Sabíamos que queríamos algo que impulsara a las mujeres", afirmó la antigua directora ejecutiva de Marian House y hermana de la Misericordia Augusta Reilly sobre los inicios de Marian House. "Eso era lo que más deseaba nuestra fundadora, la madre McAuley", dijo. (Foto: cortesía)
Imagina brevemente cómo sería ser invisible. Sí, podrías escabullirte y salirte con la tuya, pero sobre todo pasarías desapercibido.
La gente no se daría cuenta de las cosas buenas que hicieras, ni te apoyaría cuando necesitaras ayuda.
1. ¿Alguna vez has sentido que tus aportaciones o necesidades han sido ignoradas?
2. ¿Cómo te has sentido?
En muchas sociedades, incluida la nuestra, hay personas que parecen valer menos, e incluso entre esas personas hay gente tratada como insignificante.
¿Qué se puede hacer para devolverles y garantizar su dignidad?
Tras el asesinato de una mujer en Baltimore, las Carmelitas y otras organizaciones ponen de relieve el valor de la mujer negra
Nota de la editora: Este es el tercer artículo de una serie de tres partes que aborda cómo las hermanas y otras personas trabajan para sanar las ciudades divididas tras incidentes de racismo contra la población negra. Lee la primera y la segunda historia
Todas las noches, las Hermanas Carmelitas de Baltimore se reúnen en su monasterio para consultar las noticias. Como están comprometidas con una vida de oración que las mantiene en el monasterio, es un ritual que permite a las religiosas estar informadas y, últimamente, algo horrorizadas al ver una historia tras otra de brutalidad policial contra la población negra.
Lo que más ha conmocionado a las hermanas han sido las historias de violencia policial procedentes de su propia localidad de Baltimore [Estados Unidos]. La Hna. Judy Long siempre bromea refiriéndose a su comunidad como "Religiosas sin fronteras", porque sus oraciones desafían las limitaciones geográficas. Pero aun así, según la Hna. Patricia Scanlan, no hay duda de que Baltimore es la raison d'être de las hermanas.
"Se nos conoce como el Carmelo de Baltimore. Todo Baltimore (todo lo que concierne a Baltimore, toda la gente de este lugar, los acontecimientos, los sucesos) está en nuestra oración", afirmó Scanlan.
Es fácil equiparar la violencia policial en Baltimore con la historia de Freddie Gray, el hombre negro de 25 años que sufrió lesiones mortales en la columna vertebral mientras estaba bajo custodia policial en 2015. La muerte de Gray acaparó el interés público durante más de un año y motivó días de protestas y disturbios.
Pero hay otra historia de Baltimore relacionada con la misoginia, o el odio y la violencia ejercidos contra las mujeres negras. Este odio persiste no solo en las fuerzas del orden, sino también en los movimientos que tratan de proteger las vidas de los negros.
Menos de un año después de la muerte de Gray, Korryn Gaines, una mujer negra de 23 años, fue asesinada por un agente de policía blanco del condado de Baltimore que había acudido a su apartamento con una orden de detención a raíz de que la joven no se presentara ante el tribunal por una infracción de tráfico.
La policía afirma que, tras obtener la llave del apartamento, encontraron a Gaines —legítima propietaria de un arma— en su interior armada con una escopeta. Un vecino de al lado dijo que una unidad SWAT había rodeado el apartamento de Gaines y taladrado agujeros en las paredes para instalar equipos de vigilancia. También escribió que Gaines pidió a la policía que bajara primero las armas. Se produjo un enfrentamiento que duró seis horas y terminó cuando el agente Royce Ruby Jr. (ascendido posteriormente a cabo) disparó mortalmente a Gaines e hirió a su hijo Kodi, de 5 años.
Se organizaron algunas protestas locales en favor de Gaines, pero su nombre nunca llegó a ser tan conocido como el de Gray.
"Desgraciadamente", escribió la Hermana de Notre Dame de Namur Gwynette Proctor (directora de la oficina del ministerio católico para la población negra de la arquidiócesis de Baltimore) en un correo electrónico enviado a Global Sisters Report, la muerte de Gaines quedó "eclipsada" por la de Gray.
Que la muerte violenta de un hombre eclipse la de una mujer no es un hecho aislado, como explicó el Foro Político Afroamericano en un informe de 2015.
Manifestantes marchan hacia el ayuntamiento el 25 de abril de 2015 para protestar por la muerte de Freddie Gray en Baltimore. Miles de personas marcharon pacíficamente por el centro de Baltimore, Estados Unidos, para protestar por la inexplicable muerte del joven negro de 25 años mientras estaba bajo custodia policial. (Foto: CNS / Sait Serkan Gurbuz/Reuters)
La nueva generación de activistas antirracistas ha llevado a cabo una magnífica labor a la hora de exponer las formas en que se criminaliza sistemáticamente a los hombres negros, según escribieron los investigadores del grupo de expertos en igualdad de género y racial, y sin embargo "las mujeres negras que son objeto de identificaciones, palizas, agresiones sexuales y asesinatos a manos de las fuerzas del orden brillan por su ausencia en este marco, incluso cuando sus experiencias son idénticas".
Junto con su informe, el Foro Político Afroamericano lanzó la campaña #SayHerName a través de las redes sociales, un intento de interrumpir la tendencia de los creadores de cultura nacional a ignorar las muertes de mujeres como Gaines (y Natasha McKenna e Yvette Smith y Shelly Frey y Rekia Boyd y Aura Rosser).
Sin embargo, el problema de ignorar a las mujeres y niñas negras no empieza con su muerte a manos de las fuerzas del orden. Los datos sugieren que instituciones como hospitales y escuelas (básicamente las mismas instituciones que se supone que deben apoyar y proteger a las personas) han desatendido sistemáticamente las necesidades de las mujeres y niñas negras durante años.
Y ahí es exactamente donde algunas hermanas de la zona de Baltimore han visto una oportunidad para el cambio.
Las niñas negras importan
Pocas religiosas de Baltimore participan en las protestas contra la brutalidad policial. De hecho, ninguna de las religiosas contactadas para este reportaje había asistido a las manifestaciones convocadas a favor de Korryn Gaines o de Freddie Gray.
Pero lo que sí han estado haciendo las religiosas es crear instituciones destinadas a tratar a las mujeres y niñas negras con dignidad y respeto.
Para algunas congregaciones de Baltimore, esta labor ha sido durante mucho tiempo uno de los pilares de su misión. Las Hermanas Oblatas de la Providencia, la primera orden de religiosas negras de Estados Unidos, se fundaron en 1829 con el fin de educar a niñas negras. Otras comunidades han tomado el relevo más recientemente.
Marian House, fundada en 1982 por las Hermanas de la Misericordia y las Hermanas Escolares de Notre Dame, es una casa de rehabilitación holística para mujeres que salen del centro de detención de la ciudad de Baltimore. Aunque Marian House no es exclusiva para mujeres negras, dado que Maryland (como otros estados) encarcela en exceso a su población negra, no es de extrañar que la mayoría de sus residentes hayan sido negras.
A diferencia de las viviendas provisionales más tradicionales de la zona, Marian House se esfuerza por abordar las desigualdades sistemáticas que llevan a las mujeres a la cárcel o a perder sus hogares. La Hermana de la Misericordia Augusta Reilly, que fue directora ejecutiva de Marian House de 1987 a 2003, declaró a Global Sisters Report que el objetivo siempre ha sido crear hogares para las residentes y no meras casas.
"No se superan los antecedentes penales, la adicción, el abuso y la pobreza en una casa", señaló y agregó: "Tienes que tener apoyo".
Dos alumnas de quinto curso en el gimnasio de la escuela Sisters Academy en otoño de 2018. "En nuestra escuela, las niñas son líderes en todos los sentidos", comentó la Hermana Escolar de Notre Dame Delia Dowling, presidenta de Sisters Academy. "No son secundarias a los chicos en ningún sentido". (Foto: cortesía Sharon Redmond)
Del mismo modo, Sisters Academy es un ministerio compartido por las Hermanas Escolares de Notre Dame, las Hermanas de la Misericordia, las Hermanas del Bon Secours y las Hermanas de Notre Dame de Namur que busca proporcionar una educación católica de gran calidad a niñas de familias con bajos ingresos.
La escuela secundaria gratuita del suroeste de Baltimore, fundada en 2004, tiene un tamaño reducido a propósito. De los 72 estudiantes matriculados para el año escolar 2018-2019, 52 son negros. Solo hay un estudiante blanco.
La presidenta de la escuela, la Hna. Escolar de Notre Dame Delia Dowling, señaló que su objetivo es fomentar no solo el éxito académico, sino también el crecimiento social, emocional, físico y espiritual. Una directora de apoyo a los graduados trabaja con las chicas después de que se hayan graduado de la escuela, que es una de las razones por las que Dowling dijo que pueden presumir de una tasa de graduación del 100 % de sus exalumnas.
"Intentamos prepararlas para que ocupen sus puestos junto a personas que tal vez crecieron de una forma diferente, más privilegiada", afirmó Dowling.
Estudiantes de ciencias de octavo curso en la Sisters Academy en otoño de 2018. Además de un programa académico competitivo, la escuela también ofrece actividades extracurriculares como deportes y coro. (Foto: cortesía Sharon Redmond)
Las corrientes de la conciencia humana
Los carmelitas de Baltimore ciertamente no dirigen escuelas ni casas de rehabilitación. Pero desde que conocieron la noticia de las muertes de Freddie Gray y Korryn Gaines a través de su pantalla de televisión han prestado su carisma a la lucha contra el racismo a su manera.
En general, las hermanas han dedicado más tiempo a rezar, tanto corporativamente como de forma individual, acerca de la supremacía blanca y el racismo. También se han embarcado en un estudio comunitario sobre el racismo. Para ello, las hermanas han invitado al monasterio a teólogos como M. Shawn Copeland, la Hna. de Notre Dame LaReine-Marie Mosely y, más recientemente, Jeannine Hill Fletcher, para que impartan ponencias sobre el racismo.
Las liturgias dominicales de las hermanas se han convertido en una oportunidad para animar a los numerosos educadores de Baltimore que acuden al culto con ellas, una ocasión para asegurarse de que los profesores están preparados espiritualmente para relacionarse con sus alumnos negros, quienes podrían estar traumatizados por lo que ocurre a su alrededor.
La Hna. Connie FitzGerald, teóloga contemplativa, considera que el trabajo que ella y sus hermanas realizan desde el monasterio consiste en transmitir nuestro amor por las "corrientes de la conciencia humana". No es un ministerio apostólico, pero sí activo. "Es muy activo y muy exigente", aseguró FitzGerald. "Exige una fe increíble; y una fe para vivirlo durante toda la vida".
Pero permanecer en el monasterio mientras su ciudad ardía (a veces literalmente) en llamas en los últimos años ha sido una prueba de fe para algunas hermanas. La Hna. Mary Fleig, por ejemplo, comentó que sopesar su devoción a la espiritualidad carmelita y su deseo de unirse a las protestas de Gray en 2015 marcó uno de los momentos más difíciles de su vida religiosa.
"Quería estar ahí fuera en la ciudad, marchando y haciendo cosas", explicó. "Realmente tuve que profundizar y preguntarme si esta vida marca la diferencia. Pero tuve que decidir que sí, que lo que hacemos aquí marca la diferencia y merece la pena", añadió.
Una idea común entre las hermanas es que la supremacía blanca no es un movimiento marginal, sino que está arraigada en las propias leyes de la nación. Así es como llegamos a un punto en el que las mujeres y niñas negras pueden verse tan devaluadas por las instituciones que las rodean.
Y eso es lo que las Hermanas del Carmelo de Baltimore quieren cambiar a nivel cósmico. Quieren manifestar en Baltimore y en el resto del mundo la misma comunión que sienten en el monasterio, explicó la Hna. Celia Ashton.
"Todos estamos sostenidos por el amor y el abrazo de Dios", declaró y añadió: "Siento que falta mucho para que eso sea una realidad, pero lo que hacemos aquí y cómo vivimos nuestra vida, realmente creemos que es transformador para el mundo".
1. Describe tres maneras a través de las cuales las hermanas de Baltimore están trabajando para ofrecer dignidad, oportunidades y esperanza a las mujeres y niñas afroamericanas.
2. ¿Qué valor tienen las protestas públicas en respuesta a tragedias e injusticias? ¿Cómo contribuyen al cambio social?
3. Algunas hermanas perdieron la oportunidad de unirse a las manifestaciones que apoyaban a las víctimas de la injusticia. ¿Cómo podrían sus oraciones y esfuerzos contribuir a cambiar las cosas?
San Pablo estaba bastante frustrado por las divisiones en la Iglesia de los primeros tiempos cuando escribió su carta a los cristianos de Galacia. Él quería que supieran que las leyes y los límites establecidos por los humanos no deshacían la igualdad que compartimos a través de nuestra fe en Jesús. En ella escribió:
"Porque todos ustedes son hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús, ya que todos ustedes, que fueron bautizados en Cristo, han sido revestidos de Cristo. Por lo tanto, ya no hay judío ni pagano, esclavo ni hombre libre, varón ni mujer, porque todos ustedes no son más que uno en Cristo Jesús".
1. ¿Qué mensaje lanza esto a las personas que han sido tratadas de alguna manera como inferiores a los seres humanos?
2. ¿Qué importancia tiene en el mundo actual el recordatorio atemporal de Pablo acerca de nuestra igualdad común?
La convicción de la Iglesia de que la dignidad humana nos une (a pesar de la raza, el sexo o cualquier otro factor que pueda dividirnos) resuena con fuerza en los tiempos modernos. La Iglesia enseña:
"El compromiso social y político del fiel laico en ámbito cultural comporta actualmente algunas direcciones precisas. La primera es la que busca asegurar a todos y cada uno el derecho a una cultura humana y civil, 'exigido por la dignidad de la persona, sin distinción de raza, sexo, nacionalidad, religión o condición social'. Este derecho implica el derecho de las familias y de las personas a una escuela libre y abierta; la libertad de acceso a los medios de comunicación social, para lo cual se debe evitar cualquier forma de monopolio y de control ideológico; la libertad de investigación, de divulgación del pensamiento, de debate y de confrontación".
Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, citando la encíclica Gaudium et Spes del Concilio Vaticano II.
1. El artículo afirma que los creadores de cultura pasan por alto la discriminación y la violencia contra las mujeres negras. ¿Por qué es importante contar historias dolorosas sobre todas las opresiones, independientemente del origen de sus víctimas?
2. Las hermanas han dado un paso adelante para empoderar a las mujeres que intentan rehabilitar sus vidas, así como a las jóvenes alumnas afroamericanas. ¿Qué impacto imaginas que pueden tener sus iniciativas?
Los carmelitas de Baltimore no salen de su monasterio, pero rezan por y con las personas implicadas en la situación de tensión racial de su ciudad. El silencio y la soledad forman parte esencial de su vida cotidiana. Lee esta breve reflexión sobre la importancia del silencio y tómate cinco minutos para rezar en silencio, escuchando a Dios.
1. ¿Qué mensaje o esperanza para el futuro apareció en tu tiempo de silencio?
2. ¿Te parece útil dedicar tiempo a la oración en silencio cuando miras hacia tu propio futuro?
1. Échale un vistazo a este vídeo sobre la Sisters' Academy. A continuación, haz una lluvia de ideas:
- Tres palabras o frases sobre su misión
- Tres palabras o frases sobre cómo afecta a sus estudiantes
- Tres palabras o frases que aparezcan en tu mente al pensar en tu propia educación
2. Mira este vídeo sobre Marian House. Luego haz una lluvia de ideas:
- Tres palabras o frases sobre su misión
- Tres palabras o frases sobre cómo transforma la vida de las mujeres
- Tres conexiones que puedas establecer entre la vida de estas mujeres y tu propia vida
Ayúdanos a ver con Tus ojos, Señor.
Ayúdanos a ver a todas las personas como iguales, independientemente de su raza, sexo u otras diferencias.
Ayúdanos a ver el potencial y la oportunidad que pueden surgir a raíz de momentos desesperados.
Ayúdanos a ver la esperanza que surge cuando nos unimos como Tu pueblo.
Ayúdanos a ver Tu amor en todo lo que encontramos.
Amén.
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