ENTREVISTA | Lee-Ann Wein habla sobre el camino beguino y su “hermosa libertad”

Lee-Ann Wein, sentada mira a la cámara.

Lee-Ann Wein (Foto: cortesía de Lee-Ann Wein)

Tracey Edstein

Ver perfil del autor

Traducido por Helga Leija

Ver perfil del autor

A lo largo de su vida adulta, Lee-Ann Wein ha seguido varios caminos, sin miedo a desviarse en la búsqueda de conocer y seguir a Dios de la manera que Dios desea. Hoy en día vive en Jamberoo, al sur de Sydney, y ha adoptado el modo de vida beguina, una elección que le ha costado mucho conseguir.

Quienes conocen a Wein a través de un servicio funerario comunitario cerca de Wollongong, Nueva Gales del Sur, quizá se sorprendan al saber que ella ve esta obra como una expresión contemporánea de un modo de vida que se originó en el siglo XII.

GSR: ¿Cuáles son algunos de los caminos que te llevaron al estilo de vida beguino?

Wein: Mi vida como beguina ha sido moldeada por mi experiencia de la vida religiosa católica, mi empleo como directora de funeraria y mi historia personal.

Estuve cinco años en formación con las Hermanas de San José Lochinvar [en Nueva Gales del Sur]. Con estas mujeres aprendí el valor de lo ordinario, del servicio, y ellas me familiarizaron, con delicadeza, con el proceso de la muerte y los rituales en torno al luto y el duelo. Estas mujeres se cuidaban maravillosamente unas a otras desde la muerte hasta la liturgia fúnebre. En realidad no me di cuenta en ese momento, pero eso tuvo un impacto muy profundo y duradero en mí.

Luego pasé cinco años con las Monjas Benedictinas de Jamberoo. Se trata de un monasterio femenino de clausura. Fue otro momento formativo para mí, al experimentar la expresión comunitaria de la atención a la muerte y la liturgia funeraria.

La vida contemplativa es algo que parecía buscar desde la infancia, y encontré un hogar con ambas órdenes religiosas. Tras mi paso por la vida religiosa, empecé a trabajar en el sector funerario, donde comenzó mi ministerio.

Un camino solitario flaqueado por árboles tupidos en los terrenos de la Abadía de Jamberoo.

Los terrenos de la Abadía de Jamberoo ofrecen muchas oportunidades para la contemplación. (Foto: cortesía de Lee-Ann Wein)

¿Cómo conociste el estilo de vida beguino? Para quienes no estén familiarizados, ¿puedes, por favor, compartir algo de su historia?

Fue totalmente por accidente. Me encontré con ella y me alegro mucho de haberlo hecho. La Abadía de Jamberoo tiene una librería en la que fui voluntaria durante un tiempo. Un día, estaba ordenando las estanterías y me encontré con el libro de Laura Swan  The Wisdom of the Beguines  [La sabiduría de las beguinas]. Lo cogí por curiosidad y me cambió la vida. Después de eso, leí todo lo que pude encontrar. Parecía que había encontrado una forma de vida y un grupo de mujeres con espíritus afines con las que podía identificarme profundamente como laica.

Las beguinas eran mujeres laicas comprometidas que estuvieron activas desde el siglo XII hasta 2013. Eran mujeres que elegían una alternativa al matrimonio o a la vida religiosa. Llevaban una vida sencilla, contemplativa y de servicio. Eran astutas mujeres de negocios. Hacían votos o promesas personales en lugar de los votos canónicos que hacen las mujeres casadas o las monjas.

Al principio, vivían sus votos en sus propios hogares y en pequeñas comunidades. Las comunidades de beguinas, llamadas beguinajes, eran lugares seguros para las mujeres, sobre todo de noche. Estas comunidades crecieron y, en el siglo XV uno de estos beguinajes albergaba a 2000 mujeres. Eran artesanas, mujeres de sabiduría. Muchas eran místicas. Ejercieron una poderosa influencia en nuestra Iglesia.

El patio de un antiguo beguinaje en Brujas, Bélgica, por donde se accede a las habitaciones.

Un antiguo beguinaje en Brujas, Bélgica, en enero de 2018. (Foto: Tracey Edstein)

Durante la Edad Media, la Iglesia era rica y poderosa, y apenas se ocupaba de los pobres. Las beguinas, por su trabajo en el comercio de telas, veían la pobreza en las calles que las rodeaban. Una gran parte de la vida beguina consistía en vivir la vita apostolica, o vida apostólica, atendiendo a las personas marginadas por la sociedad, los enfermos y los indigentes. Se convirtieron en las primeras enfermeras, parteras y maestras. A menudo se les pedía que acompañaran a los moribundos, prepararan el cuerpo del difunto para el entierro y asistieran al funeral. Atendían a los leprosos y crearon los primeros hospicios. En los grandes beguinajes tenían la Mesa del Espíritu Santo, algo parecido a nuestros Vinnies [nombre informal de la Sociedad de San Vicente de Paúl]. Cuidaban especialmente a las mujeres.

Se creía que la última beguina falleció en 2013. Sin embargo, ahora está surgiendo en todo el mundo un nuevo modo de vida beguino. Hay varios lugares en Europa donde las nuevas beguinas están empezando una forma de vida. Hay una comunidad creciente en Irlanda. Existe una conexión internacional y un encuentro anual, aunque el COVID-19 lo ha interrumpido.

De pie y vestida de negro, Lee-Ann Wein makes firma un documento sobre un mesón, acompañada por una religiosa, al momento de hace sus promesas de beguina.

Lee-Ann Wein hace sus promesas de beguina el 31 de mayo de 2018, en la capilla de la Abadía de Jamberoo. (Foto: Tracey Edstein)

Tu situación actual implica una  colaboración inusual con las monjas de la abadía benedictina de Jamberoo. ¿Cómo funciona esto?

Soy oblata de la comunidad benedictina aquí en Jamberoo. Elegí hacer mis votos de beguina como una profundización de mi vida de oblata residente. El 31 de mayo de 2018, durante la fiesta de la Visitación, hice mis votos personales ante la comunidad. Los votos que hice durante tres años fueron la sencillez de vida, la escucha y el servicio contemplativos, y rezar completas todas las noches por los supervivientes de abusos sexuales y por la libertad y la dignidad de todas las mujeres. Tomé el nombre de Sapientia, que en latín significa "sabiduría"

Vivir una vida de promesas o de votos es algo que cambia constantemente. Debe ser así; de lo contrario, no hay vida en ella. Mis votos han prescrito más allá de los tres años. Debido al COVID-19, la comunidad ha estado en confinamiento, por lo que no es posible renovar los votos en este momento. Sin embargo, sigo viviendo mis promesas como si las hubiera renovado.

Vista panorámica del campo adyacente a la Abadía de Jamberoo y en el cielo, al fondo, un arcoiris.

Un arco iris en la Abadía de Jamberoo es un recordatorio de la promesa de Dios de estar con su pueblo. (Foto: cortesía de Lee-Ann Wein)

¿Qué ministerio te atrae?

Durante los tres años de mis votos, he pasado de trabajar en el negocio de fabricación de velas de la abadía a un ministerio como directora de funeraria. Trabajo en una funeraria comunitaria sin ánimo de lucro. Las beguinas eran llamadas a menudo para este ministerio, y para mí es una expresión de mi vida de beguina.

Preparar a una persona fallecida para su entierro o cremación o sentarse con la familia para hacer los preparativos es un ministerio tan hermoso. De hecho, se ha convertido en el centro de mi voto de servicio. Cuando tenga la oportunidad de volver a hacer mis votos, puede que sean un poco diferentes de los anteriores.

¿Cómo describirías la espiritualidad del movimiento de las beguinas?

Es esencialmente una espiritualidad contemplativa, vivida a solas o en comunidad. Si pudiera retroceder en el tiempo, sería para visitar una de estas comunidades y experimentar su vida.

TUn camino con flores moradas en el suelo junto a una cerca perimetral en la Abadía Jamberoo.

Cada camino solitario en la Abadía Jamberoo es una oportunidad para la instrospección y la espiritualidad. (Foto: cortesía de Lee-Ann Wein)

La espiritualidad beguina es apostólica, basada en una relación profundamente personal con Jesús. Algunas beguinas eran místicas y otras devotas, y parecía que había espacio para la variedad. Se reunían para rezar, y el servicio era una parte esencial de sus vidas.

Si estudias hoy los clásicos espirituales, puedes leer de Marguerite Porete El espejo de las almas simples  [la autora, que fue beguina, ofrece en el texto una visión de la espiritualidad mística de las beguinas], quien fue encarcelada y quemada en la hoguera por este libro. En aquella época, la Iglesia se sentía amenazada por sus escritos, pero hoy se considera que tienen un gran valor.

El estilo de vida beguino ha existido en diversas formas desde hace cientos de años. ¿Qué crees que puede ofrecer a la mujer contemporánea?

Muchas mujeres ya viven o intentan vivir una vida contemplativa. Muchas buscan unirse a otras para compartir su vida contemplativa. El camino del beguinismo ofrece esta vida de servicio y, potencialmente, algún tipo de comunidad. Ofrece esto como una vida espiritual autónoma, una vida que está conectada a la Iglesia pero no dominada por ella. Los votos de beguina no son eclesiales. Aunque sigue habiendo responsabilidad en ello, también hay una hermosa libertad.

Notas del editor:

1. Algunas partes de estas preguntas y respuestas se publicaron anteriormente en el sitio web de la Abadía de Jamberoo.

2. Esta entrevista fue publicada originalmente en inglés el 2 de enero de 2018.