
Una participante de la Peregrinación de la Esperanza sostiene un estandarte mientras cientos de hermanas católicas marchan por el centro de Atlanta, Estados Unidos, el 14 de agosto, en el marco de la asamblea anual de LCWR. (Foto: GSR/Dan Stockman)
Casi 600 líderes de congregaciones religiosas femeninas participaron en cuatro días de oración, inspiración y discernimiento en la asamblea anual de la Conferencia de Liderazgo de Religiosas (LCWR, por sus siglas en inglés).
LCWR representa alrededor de dos tercios de las casi 35 000 religiosas en Estados Unidos.
Junto con casi 300 invitados —incluidos promotores de justicia, laicos contratados por las congregaciones como directores financieros o ejecutivos, y profesionales de la comunicación—, las participantes escucharon ponencias magistrales de la Hna. Simona Brambilla, la mujer con el cargo más alto en el Vaticano, y del jesuita James Martin.
"El liderazgo consiste en navegar entre opuestos: soltar el control sin perder el propósito": Hna. Kathy Brazda, presidenta de LCWR
Vulnerabilidad e incertitumbre: encuentro santificador
La asamblea, con el lema "Esperanza inquebrantable: caminando en la promesa de Dios", se celebró del 12 al 15 de agosto. El día 13 la Hna. Kathy Brazda, presidenta de LCWR, abrió el encuentro con un discurso en el que reflexionó sobre cómo el cáncer transformó su liderazgo y su vida.
"Mi mundo se detuvo. No, se paró en seco", dijo Brazda ante un auditorio atento. "Mi labor en LCWR, mi liderazgo en la congregación, incluso mi propio sentido de identidad me resultaba incierto. ¿Cómo podía guiar a otros si tenía dudas sobre mi propio futuro, mi propia vida, mis propias capacidades? ¿Cómo planear un futuro si ni siquiera estaba segura si sería parte de él?", agregó.
Esa vulnerabilidad y esa incertidumbre, explicó, se convirtieron en una puerta a un encuentro santificador con Cristo. Comprendió que su liderazgo también debía partir de allí.
"El liderazgo consiste en navegar entre opuestos: soltar el control sin perder el propósito", dijo Brazda. “Es mostrarse vulnerable y, al mismo tiempo, estar enraizada en algo más profundo que el ego o el título. Es elegir permanecer firme en la esperanza, aun cuando la vida sea incierta e impredecible", puntualizó.
Líderes religiosas se dieron cita en la asamblea de la LCWR en Atlanta. El foco fue la entrega y la transformación. Casi 400 participantes sellaron su compromiso con una marcha contra el racismo, el cambio climático y la migración forzada.

Casi 600 hermanas y 300 invitadas se reunieron para la asamblea anual de LCWR. (Foto: GSR/Dan Stockman)
Dios no es como el sol, sino como la luna
Ese mismo día se escuchó la ponencia de Brambilla, prefecta del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, la primera mujer en la historia de la Iglesia católica en dirigir la vida religiosa. En 2023, el papa Francisco la nombró secretaria del dicasterio y en enero la elevó a prefecta.
En su intervención, pronunciada en italiano, Brambilla se centró en la sinodalidad, caminar juntas, como camino de esperanza para la vida consagrada.
Recordó un proverbio del pueblo macúa de Mozambique, donde sirvió varios años, que dice que Dios no es como el sol, que recorre solo el mundo, sino como la luna, que brilla con las estrellas.
También evocó el pasaje bíblico de Lucas, donde Jesús resucitado prepara una hoguera para sus discípulos, tal como los líderes religiosos están llamados a servir a sus miembros.
"La autoridad evangélica despierta, custodia y alimenta el fuego sagrado que reúne a hermanas y hermanos en torno al único 'pan de vida', los hace crecer como pueblo de Dios y los inflama con ese amor que une a personas diversas con lazos de caridad tan ardientes como delicados", dijo Brambilla.
"La autoridad evangélica despierta, custodia y alimenta el fuego sagrado que reúne a hermanas y hermanos en torno al único 'pan de vida'": Hna. Simona Brambilla
Una marcha contra el racismo y la migración forzada
El 14 de agosto, cientos de hermanas llenaron de oración y cantos las calles del centro en una marcha por la justicia social. Desde las 7 de la mañana, al menos 400 participaron en la Peregrinación de la Esperanza, una caminata de una milla que unió oración y acción profética contra el racismo, el cambio climático y la migración forzada, y que también recordó el décimo aniversario de Laudato Si’.
Con escolta policial que bloqueaba el tráfico, las hermanas recorrieron el centro cantando y deteniéndose para orar. Nada adicional las detuvo: al menos una completó la caminata conectada a un tanque de oxígeno y otra la hizo usando una andadera.
Fe, confianza y amor contra miedo, dolor y duda
Por la tarde, Martin —editor de América Media, consultor del Dicasterio para la Comunicación del Vaticano y ampliamente reconocido por su labor de acercar la Iglesia a los católicos LGBTQI+— ofreció su ponencia.
Martin usó la historia de Lázaro para mostrar cómo la fe, la confianza y el amor vencen al miedo, al dolor y a la duda, incluso en congregaciones que se reducen hasta prepararse para cerrar.
María y Marta, que enviaron aviso a Jesús de que Lázaro estaba enfermo, debieron sentirse sorprendidas y dolidas de que él no llegara de inmediato, del mismo modo que muchas religiosas hoy se sienten heridas y confundidas al verse obligadas a vender propiedades y cerrar ministerios y conventos, dijo.
"Lo que quiero resaltar aquí es lo esencialmente inescrutable de los planes de Dios. '¿Por qué pasa esto?', suele ser una pregunta que por ahora no tiene respuesta", afirmó.
Muchas congregaciones, añadió, se parecen a María y Marta frente al sepulcro de Lázaro: temen un futuro sin su hermano, temen lo que encontrarán —y olerán— cuando se aparte la piedra, pero aun así creen y siguen esperando.
"¿Pueden entregarse al futuro que Dios tiene reservado para ustedes?", recordó el sacerdote jesuita, evocando las palabras de una religiosa amiga cuando el padre de Martin estaba en la etapa terminal del cáncer. "Esa es nuestra invitación, sin importar quiénes seamos ni a qué congregación pertenezcamos", añadió.
"A lo largo de todos los giros inesperados de mi vida, aunque no siempre lo percibí claramente, la esperanza inquebrantable y la promesa de Dios me han sostenido": Hna. Mary Pat Garvin, Premio al Liderazgo Sobresaliente de LCWR
"¿Quiénes están en tu comité?"
La conferencia incluyó además dos paneles. El primero, sobre el llamado a sanar el mundo, con representantes del Centro Martin Luther King Jr. para el Cambio Social No Violento y del Centro Carter. El segundo reunió a tres líderes de congregaciones que compartieron cómo permanecen cimentadas en la esperanza pese a los retos del liderazgo.
La Hna. de la Misericordia Pat McDermott recordó que lo que ha mantenido viva su esperanza ha sido algo que aprendió de la Hna. de la Misericordia Margaret Farley. Cuando McDermott se enteró en 2012 de que Farley, una teóloga muy respetada, estaba siendo investigada por la Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticano por su libro de 2006, Just Love: A Framework for Christian Sexual Ethics [Solo amor: Un Marco para la Ética Sexual Cristiana], McDermott le preguntó cómo quería responder. Farley dijo que tendría que consultar con su comité antes de tomar una decisión.
"Así que le pregunté: '¿Quiénes están en tu comité?'. Y cuando empezó a nombrarlos, me di cuenta de que mencionaba a personas que ya habían muerto", relató McDermott. "Entonces comprendí la sabiduría de sus palabras, y de inmediato formé mi propio comité". apuntó.
Unas entran, otras salen: las presidentas de LCWR
El 15 de agosto, la asamblea despidió a una presidenta y dio la bienvenida a otra. LCWR funciona con una presidencia de tres personas cuyos mandatos terminan al cierre de la asamblea anual.
Primero agradecieron a la Hna. dominica Maureen Geary, presidenta saliente, que concluyó su período de tres años en el equipo presidencial. Con su salida, la Hna. Vicky Larson, de la Presentación, pasó de presidenta electa a presidenta; y Brazda asumió como presidenta saliente.
El grupo dio la bienvenida a la nueva presidenta electa, la Hna. Debra Sciano, de las Hermanas Escolares de Notre Dame.
Sciano es abogada civil, exfiscal adjunta de Wisconsin, donde representó principalmente a niñas y niños en necesidad de protección y servicios. También se ha desempeñado como mediadora familiar en Milwaukee, presidenta regional de LCWR y miembro de la junta nacional.
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"Esperanza inquebrantable en la vida compartida de las comunidades religiosas"
La asamblea concluyó con la entrega del Premio al Liderazgo Sobresaliente a la Hna. de la Misericordia Mary Pat Garvin, en reconocimiento a sus décadas de servicio a congregaciones religiosas en todo el mundo. Garvin ha sido formadora, preparado a formadores, creado programas y acompañado procesos de formación permanente para distintas congregaciones y sus miembros.
En su discurso de agradecimiento, Garvin dijo haber visto la esperanza inquebrantable en la vida compartida de las comunidades religiosas, en la nueva generación de hermanas que discierne su llamado a servir al pueblo de Dios, y en la resiliencia transformadora de las hermanas mayores.
"A lo largo de todos los giros inesperados de mi vida, aunque no siempre lo percibí claramente, la esperanza inquebrantable y la promesa de Dios me han sostenido. Estoy profundamente agradecida", dijo Garvin.
La religiosa agregó que, en diversas ocasiones, la han conmovido los relatos de resiliencia de las hermanas mayores, pese a los muchos cambios de la vida religiosa desde los años sesenta.
"Una y otra vez se hizo evidente que no solo habían superado tiempos de adversidad, sino que habían sido transformadas por ellos", dijo y agregó: "Juntas celebramos que lo que hoy se llama crecimiento postraumático les ofrecía sabiduría y valentía para vivir la tercera edad con alegría en la gracia de su resiliencia".

El equipo presidencial 2025-2026 de LCWR, de izquierda a derecha: presidenta electa Hna. Debra Sciano, presidenta Hna. Vicky Larson y presidenta saliente Hna. Kathy Brazda. (Foto: GSR/Dan Stockman)