El descanso en la huida a Egipto, óleo de Caravaggio, alrededor de 1597. (Foto: Wikimedia Commons)
Nota de la editora: Global Sisters Report en español presenta Al partir el pan, una serie de reflexiones dominicales que nos adentran al camino de Emaús.
«Cuando se fueron, un ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: "Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y quédate allí hasta que te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo". Se levantó, todavía de noche, tomó al niño y a su madre y partió hacia Egipto, donde residió hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que anunció el Señor por el profeta: "De Egipto llamé a mi hijo. A la muerte de Herodes, el ángel del Señor se apareció en sueños a José en Egipto y le dijo: 'Levántate, toma al niño y a su madre y regresa a Israel, pues han muerto los que atentaban contra la vida del niño'". Se levantó, tomó al niño y a su madre y se volvió a Israel. Pero, al enterarse que Arquelao había sucedido a su padre Herodes como rey de Judea, tuvo miedo de ir allí. Y avisado en sueños, se retiró a la provincia de Galilea y se estableció en una población llamada Nazaret, para que se cumpliera lo anunciado por los profetas: "Será llamado Nazareno"» (Mateo 2, 13-15.19-23)
Una vez que hemos celebrado el nacimiento de Jesús, los Evangelios traen algunos pasajes que conocemos como 'relatos de la infancia' para contar algunos aspectos de esa etapa de la vida de Jesús.
Estos pasajes son muy pocos, porque en realidad los Evangelios enfatizan la vida pública de Jesús y los acontecimientos que se derivan de ella. Solo Lucas y Mateo tienen algunos relatos. El Evangelio de hoy es de Mateo y se refiere a la huida a Egipto y su regreso a Nazaret.
"Agrandar la concepción de familia nos ayudará a pedir por todas ellas, agradeciendo lo recibido y trabajando para que sean espacios más seguros y fuentes de vida y solidaridad": teóloga Consuelo Vélez
Mateo sigue utilizando la figura del ángel para comunicarse con José e ir determinando qué pasará con la vida de Jesús. En este pasaje el ángel le avisa del peligro que supone Herodes, ya que quiere matar al niño y por eso le dice que han de huir para salvarlo. José se lleva a la familia a Egipto, en donde permanecen hasta que muere Herodes. Una vez que ha muerto, José piensa en regresar a Belén, pero nuevamente el ángel le habla en sueños para que no regresen allí, porque está reinando Arquelao, hijo de Herodes, y el peligro puede ser inminente. Entonces José decide irse a Galilea, concretamente a la ciudad de Nazaret, donde Jesús crecerá y comenzará su vida pública.
Tanto la huida a Egipto como el regreso a Nazaret responden al cumplimiento de las Escrituras, intencionalidad del Evangelio de Mateo, para mostrarle a sus destinatarios —judíos conversos— que con Jesús se cumplen las expectativas que ellos tienen. El profeta había anunciado: "De Egipto llamé a mi hijo", y otros profetas habían predicho que sería llamado Nazareno. Esta referencia al cumplimiento de las expectativas mesiánicas deja ver una intencionalidad más teológica que histórica de estos pasajes bíblicos.
Estos acontecimientos sirven para la liturgia de hoy dedicada a la Sagrada Familia. El texto habla de José, el niño y su madre. Es un texto muy breve, pero nos invita a valorar ese espacio familiar que nos permite crecer como personas y encontrar un lugar seguro que nos ayude a fundamentar los valores que nos acompañarán en la vida.
Sin embargo, conviene recordar que en las familias hay muchas luces y sombras. No siempre la familia es un espacio seguro —por la violencia que se sufre, especialmente las mujeres y los niños—. Por otra parte, no todas las familias están constituidas por el núcleo 'ideal' que en días como hoy se predica: madre, padre e hijos, sino por muchas formas de familia, sean monoparentales, de abuelos y nietos, tíos y sobrinos, etc. Agrandar la concepción de familia nos ayudará a pedir por todas ellas, agradeciendo lo recibido y trabajando para que sean espacios más seguros y fuentes de vida y solidaridad, capaces de constituir sociedades justas y en paz.
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