
En esta imagen sin fecha en Perú, el cardenal Robert Prevost Martínez pasa tiempo con hermanas y colaboradores. (Foto: cortesía de sor Carmen Toledano)
Dos días antes de que comenzara el cónclave del 7 de mayo, la Hna. agustina Carmen Toledano le mandó un mensaje a monseñor Robert, su hermano religioso, conocido por otros como el cardenal Robert Prevost. Ella vio su nombre en las noticias como uno de los favoritos para ser papa y le dijo: "Me parece que en estos momentos la Iglesia necesita una persona que sería puente de comunión, que sepa romper barreras y ayudar a la unidad, quizás esa sería la misión de él".
Su respuesta: "Estamos en manos de Dios, algo así", dijo la hermana, horas después de ver a Prevost convertirse en el papa León XIV.
Durante décadas, las hermanas agustinas de Perú, como Toledano, tuvieron un asiento de primera fila para ver cómo se forma un papa. Viajaron con él y vieron de cerca su trabajo en lugares como Chuquibambilla, una de las zonas más pobres de Perú. Vieron cómo Prevost se movió para conseguir tanques de oxígeno para los pobres que contrajeron COVID-19 y como llevó la hostia consagrada a un parque de Chiclayo, donde era obispo, para dar consuelo espiritual durante la pandemia en la fiesta del Corpus Christi.
"Me impresionó su entusiasmo", dijo Toledano y agregó: "Tenía el deseo de poder estar cerca de los más pobres y vivir también esa experiencia como un don y una responsabilidad… he visto como él ha sido muy acogedor con la gente más sencilla. Y eso ha sido un signo".
Ver a ese mismo hombre presentado como el papa León XIV fue un momento que todavía le cuesta asimilar.
"Esto nos ha conmovido enormemente, no solo por lo que significa su misión, sino también porque es un hermano al que conocemos bien", dijo en una entrevista telefónica con Global Sisters Report.
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Aunque Toledano reside en Perú, donde el papa estuvo como misionero, ella se encontraba en el Monasterio de la Conversión en Sotillo de la Adrada, España, con más de 40 hermanas agustinas, cuando salió el humo blanco de la chimenea en el techo de la Capilla Sixtina en el Vaticano.
Las hermanas gritaron y lloraron cuando vieron al primer papa agustino salir al balcón de la basílica de San Pedro el 8 de mayo. Tienen muchas fotos con él, han compartido penas y alegrías, comida y una vida en la búsqueda y el servicio de Dios.
La Hna. agustina Marlene Quispe, del Monasterio de la Encarnación de Lima, Perú, dijo que como hermano religioso Prevost ha seguido el camino hacia lo que san Agustín, fundador de la orden, buscaba: la unidad.
"Es un hombre que ha escuchado mucho, que ha ayudado a discernir, y sus palabras han sido fundamentalmente para crear comunión", dijo sobre Prevost. "Ha sido un verdaero hermano", apuntó.
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Hna. agustina Marlene Quispe: "Es un hombre [Prevost Martínez] que ha escuchado mucho, que ha ayudado a discernir, y sus palabras han sido fundamentalmente para crear comunión". (Foto: GSR en español)
Como prior general de los agustinos desde 2001 hasta 2013, Prevost ayudó a sacar lo mejor de las personas, especialmente de las hermanas, ayudándolas a ver lo que la comunión podía generar, dijo Quispe.
"Con las hermanas agustinas ha sido un hermano que nos ha escuchado y que nos ha dicho que no tengamos miedo a la novedad, sino que nos dejemos guiar por el Espíritu", recordó.
El nuevo papa es muy conocido y querido en la federación, que tiene comunidades en España, Perú y Estados Unidos, dijo Quispe. Tiene fama de ser un hermano cercano, un hombre que sigue la voluntad de Dios, afirmó.
Su amor por la Iglesia es incondicional, añadió Toledano, al igual que su gran amor por Perú, donde consolidó su convicción de formar parte de una misión de evangelización, de entregarse al servicio donde Dios le llamara. La religiosa recordó cuando Prevost fue nombrado prefecto del Dicasterio para los Obispos en 2023 y tuvo que irse del país.
"En una de las últimas conversaciones que tuve con él, [Prevost] me decía: 'Yo me siento misionero y no me veo en Roma, pero he rezado y quizás ahora lo que tengo que ser es misionero en Roma. Allí también hay una misión que hacer. Pues esto así ha concretado el carisma'".
Pero incluso mientras ascendía, monseñor Robert siguió siendo cercano a la orden y a las hermanas. Tenía planes de visitar el monasterio en España para las celebraciones finales del 25.º aniversario en septiembre, dijo Toledano, algo que probablemente no sucederá.
Después de su elección papal, la religiosa manifestó que le envió a Prevost un sencillo mensaje de texto, pero se pregunta si lo habrá recibido y si podrán comunicarse —y de qué manera— ahora que es papa.
"Yo le he puesto un mensaje así, muy sencillito, porque hoy no creo que pueda hablar con él. O sea, yo ya no sé, creo que no. Pero, ¿qué le he dicho en ese mensaje? Que creo que si el Espíritu, y a través de la Iglesia, era elegido para esta misión, pues que ojalá sea este hombre de comunión que la Iglesia necesita hoy", dijo.

Varias personas sostienen periódicos en Chiclayo, Perú, el 9 de mayo de 2025, informando sobre la elección del papa León XIV, quien tiene doble ciudadanía: estadounidense y peruana. (Foto: OSV News/Reuters/Sebastián Castañeda)
Como hermanas de la orden agustina, Toledano expresó que tienen una misión: cuidar de él con sus oraciones y su cariño, aunque sea a la distancia.
"Porque me imagino la soledad que ahora también él tendrá en medio de tanta gente" y también enfrentándose a la enorme responsabilidad de ser papa, manifestó.
Quispe dijo que siempre recordará el tiempo especial que pasó con las hermanas.
"Ha comido con nosotras, ha festejado con nosotras, nos ha acompañado, nos ha alentado, y eso nos conmueve, porque lo ha hecho desde la sencillez, desde la confianza, desde la oración", afirmó.
Por muy cerca que Prevost estuviera de posiciones de poder, eso nunca se le subió a la cabeza, añadió. Cuando fue nombrado obispo y luego prefecto en 2023, les dijo que seguía siendo el mismo de siempre, "un hermano más", que tocaba la puerta y preguntaba si podía quedarse a dormir cuando estaba cerca, sin pedir que se tratara de manera especial.
"Sin ningún tipo de pretensión", dijo.
Toledano todavía está asimilando lo que le ha pasado a su amigo.
"Mientras mis hermanas de España saltaban de gozo y de alegría, yo no he podido reaccionar. Estaba allí sentada y mi reacción fue empezar a llorar, sobrecogida al verle. No me lo podía creer", dijo. "Aunque algo internamente, estos últimos días, me decía [que podía ser elegido papa], estaba como sobrecogida al pensar esta posibilidad", apuntó.
Nota: Este artículo fue publicado originalmente en inglés el 9 de mayo de 2025.