Milenios de milpiés: la persistencia de la vida religiosa

Milpiés. (Foto: Unsplash)

"Alaben al Señor desde la tierra [...] las fieras y los animales domésticos, los reptiles y los pájaros alados" (Salmos 148: 7,10).

Imagino que la mayoría de la gente cuando reza este salmo se salta en su mente la parte de los "reptiles" y se deleita con las bestias (sobre todo los mamíferos de peluche) y los hermosos pájaros. Es una pena, porque hay más "cosas espeluznantes" que cualquier otra cosa en este mundo. Pero quizá sean demasiado espeluznantes.

La reinvención de la vida religiosa para hoy es un compromiso renovado con la opción de la comunidad cristiana radical que inspiró, atrajo y sostuvo a los religiosos de todas las épocas. (Foto: Unsplash)

La reinvención de la vida religiosa para hoy es un compromiso renovado con la opción de la comunidad cristiana radical que inspiró, atrajo y sostuvo a los religiosos de todas las épocas. (Foto: Unsplash)

Bueno, si puede dejar de lado sus prejuicios mamíferos por un rato, quiero que aprenda una lección de "cosas espeluznantes" sobre algunas cuestiones importantes: ¿Cuánto durará la vida religiosa? ¿La reconoceremos dentro de 500 años? ¿Seguirá mi congregación religiosa como hasta ahora?

Estaba leyendo el libro Waiting for Aphrodite [Esperando a Afrodita] de Sue Hubbell y me intrigó especialmente un capítulo sobre los milpiés. Ya sabe, esos bichos de mil patas que se parecen un poco a una lombriz de tierra con un caparazón duro del que salen dos patas de cada segmento. (En realidad son artrópodos, emparentados con los insectos y los cangrejos.) Es posible que los haya visto en el suelo del bosque, haciendo su trabajo de reciclaje de hojas muertas, o en la cocina de su cabaña de verano. ¡Qué asco!

Los milpiés merecen nuestro respeto: existen desde hace más de 425 millones de años. Desde el punto de vista de la longevidad evolutiva, son sin duda uno de los animales más exitosos de la Tierra. Como grupo, han sobrevivido a extinciones masivas que acabaron con organismos dominantes como los trilobites y los dinosaurios.

Y su historial es especialmente sorprendente, señaló Hubbell, ya que "los paleozoólogos estiman que más del 95 % de todas las especies que han aparecido en este planeta se han extinguido".

"¡Ajá!", dirá usted, "¡ahora veo por dónde va este artículo!".

¿Durarán milenios nuestros pequeños grupos comunitarios religiosos individuales? No creo que sea probable. El milpiés que entró en su cocina no es exactamente la misma especie que vivió con los dinosaurios, porque las especies van y vienen. Pero el grupo más grande, en su conjunto, continúa.

¿Durarán milenios nuestros pequeños grupos comunitarios religiosos individuales? (Foto: Unsplash)

¿Durarán milenios nuestros pequeños grupos comunitarios religiosos individuales? (Foto: Unsplash)

Es probable que nuestros grandes "grupos carismáticos" persistan de alguna forma durante mucho tiempo. Me reconforta la seguridad de la Iglesia de que nuestros carismas comunitarios particulares son dones de Dios a la Iglesia. Una pequeña referencia en Lumen Gentium sobre los consejos evangélicos condujo a un amplio desarrollo de la idea de "don" en Perfectae Caritatis y Evangelica Testificatio.

¿Entonces Dios va a decidir retirar el don? No el Dios al que sirvo. Puede parecer que se esconde por un tiempo, pero volverá de alguna forma.

Y el grupo todavía más numeroso tiene incluso más probabilidades de continuar. No hace falta ser biólogo evolutivo para predecir que la vida religiosa en su conjunto persistirá de alguna forma. Puede que no sea la misma especie, pero será reconocible. Reconoceríamos un milpiés fósil como un milpiés, ¡aunque fuera un gigante comparado con los modernos!

"No hace falta ser biólogo evolutivo para predecir que la vida religiosa en su conjunto persistirá de alguna forma. Puede que no sea la misma especie, pero será reconocible": Hna. Michele Morek #GSRenespañol #HermanasCatólicas #VidaReligiosa

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¿Entonces Dios va a decidir retirar el don? No el Dios al que sirvo. Puede parecer que se esconde por un tiempo, pero volverá de alguna forma. (Foto: Pixabay)

¿Entonces Dios va a decidir retirar el don? No el Dios al que sirvo. Puede parecer que se esconde por un tiempo, pero volverá de alguna forma. (Foto: Pixabay)

En su libro Religious Life at the Crossroads [La vida religiosa en la encrucijada], la Hna. Amy Hereford de San José nos asegura:

"Por fin está amaneciendo y la forma está empezando a surgir en nuestros espíritus, imaginaciones y conversaciones. La reinvención de la vida religiosa para hoy es un compromiso renovado con la opción de la comunidad cristiana radical que inspiró, atrajo y sostuvo a los religiosos de todas las épocas... Jesús es el fundamento, el Evangelio es la tarea y la comunidad es el proceso. En las pequeñas comunidades locales podemos compartir una vida sin diferencias, inmediata e igualitaria. Estas comunidades pueden trabajar en red para compartir servicios, a la vez que ofrecen a cada comunidad la libertad y versatilidad para adaptarse a su realidad local. Resistiendo a la tendencia a la centralización, pueden convertirse en círculos de vida evangélica, paz y justicia. Pueden convertirse en místicos y profetas en un mundo que los necesita desesperadamente".

Con Jesús como fundamento, el Evangelio como tarea y la comunidad como proceso, creo que estamos a salvo durante unos cuantos milenios.

[La hermana Ursulina Michele Morek fue enlace y editora de Global Sisters Report hasta su reciente jubilación en julio del 2023.] 

Nota del editor: ¿Te ha inspirado un buen libro últimamente?  Considera la posibilidad de escribir una reflexión personal para Global Sisters Report. Envíelas a la Hermana  Helga Leija a  hleija@ncronline.org.