
(Ilustración: GSR /Olivia Bardo)
María Huynh Thi Kim Yen, una laica comprometida miembro de la Asociación de las Hijas de Nuestra Señora de la Visitación, lleva comida a diario a Le Thi Nga, una mujer budista de 79 años que vive sola en una casa en ruinas, y la cuida cuando se encuentra mal, siempre con respeto por sus creencias religiosas.
"Visitar y cuidar a personas de otras religiones es nuestra máxima prioridad en nuestra labor apostólica", explica Yen, responsable de esta asociación que cuenta con 20 miembros en la parroquia de Van Quat Dong, en el distrito de Huong Tra, provincia de Thua Thien Hue, en Vietnam.
La asociación laica, dirigida por las Hijas de Nuestra Señora de la Visitación, pretende extender el amor a diversas comunidades religiosas.
"Atendemos a 43 familias de diversas religiones para llevarles el amor de Dios", relata la laica, quien añade que la población local abraza principalmente el budismo, el confucianismo, el culto a los antepasados y otras creencias autóctonas.
Yen señala que la asociación sigue comprometida con su objetivo, aunque solo se producen dos o tres conversiones al catolicismo al año. Su marido, también miembro activo, planea ser el padrino de bodas de un vecino suyo —antiguo seguidor de Confucio convertido al catolicismo— con una católica, pese a las tensiones que él tuvo en el pasado con la familia del vecino.
Esta mujer de 46 años, madre de tres hijos, se unió al grupo laico el año pasado tras recibir la invitación de su amiga, la hermana Maria Lucía Nguyen Thi Nong. Desde entonces, ha reclutado a cinco nuevos miembros.

Maria Huynh Thi Kim Yen, miembro de la Asociación de Hijas de Nuestra Señora de la Visitación, cuida de Le Thi Nga en su casa el 11 de agosto de 2024. (Foto: Joachim Pham)
"Seguimos el ejemplo de Nuestra Señora de la Visitación, trabajando con las monjas para llevar el Evangelio a los paganos", dijo a Global Sisters Report (GSR).
Yen y otros miembros, vestidos con ao dai azul o traje tradicional vietnamita, se reúnen semanalmente en la iglesia para rezar y comentar sus planes apostólicos.
El arzobispo de Hue Joseph Nguyen Chi Linh estableció la asociación laica en 2018. La hermana María Dao Thi Thu Thanh, superiora de la congregación, dijo que la asociación "tiene como objetivo facilitar la participación de los laicos" en la misión de las Hijas de Nuestra Señora de la Visitación "para que colaboren más eficazmente" con ellas "sirviendo en los ministerios de la Iglesia".
Thanh explicó: "Las hermanas y los laicos trabajan juntos para atender a los pobres, los enfermos, los ancianos sin familia, las madres solteras y sus hijos, los niños de la calle y personas que eran prostitutas". También imparten clases de catecismo para jóvenes en las parroquias.
La religiosa subrayó la importancia de respetar las iniciativas de los laicos en su labor apostólica: "Tienen oportunidades de dar testimonio de Cristo a través de su vida y sus acciones cotidianas, y crean sus propios caminos de santidad dentro de la sociedad".
Los miembros laicos. indicó la Hna. Thanh, se reúnen en sus parroquias y se dedican al trabajo apostólico acompañados por las hermanas, quienes les guían de acuerdo con las normas de la asociación.
"Su colaboración pretende fomentar una Iglesia participativa y sinodal", manifestó a GSR.
Thanh también destacó el importante crecimiento del grupo, que ha pasado de 38 miembros, desde su creación, a más de 400 en las arquidiócesis de Ciudad Ho Chi Minh y Hue y las diócesis de Da Nang y Ba Ria.
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Las hermanas seleccionan y forman a las personas recién llegadas a la asociación laica. Durante este proceso, los nuevos miembros estudian su reglamento, la historia de la congregación y los principios del apostolado social. También participan en retiros sobre la espiritualidad de la congregación.
De los laicos se espera que recen, asistan a misa a diario, lleven una vida virtuosa, se dediquen al trabajo apostólico, santifiquen a sus familias y comunidades, y se esfuercen por ser 'levadura' dentro de sus comunidades.
Después de tres años de formación y prácticas obligatorias, pueden comprometerse permanentemente con la asociación.
Otras tres asociaciones, con 3150 miembros, están dirigidas, respectivamente, por las Hijas de María de la Inmaculada, Lovers of the Holy Cross y las Carmelitas Descalzas, dependientes de la arquidiócesis de Hue. Estas asociaciones son establecidas por los obispos locales.
Las hermanas explicaron que los laicos aprenden sobre la misión y la historia de las congregaciones y la devoción a la Virgen, y trabajan las relaciones positivas con los demás y el servicio a los necesitados. Igualmente hacen hincapié en la oración, la reflexión y el compartir la palabra de Dios para fortalecer su fe.
La Hna. Mary Hoang Yen, de las Hijas de María de la Inmaculada Concepción, mencionó que el grupo permite a los laicos comprometerse con la espiritualidad y la misión de la congregación, creando sinergias para llevar el amor divino a los necesitados.
"No podemos atender a todos los pobres, así que es maravilloso que los laicos colaboren. Los laicos constituyen una parte importante de la Iglesia y disponen de amplios recursos para la labor apostólica", señaló Hoang Yen, quien supervisa a los miembros de la Asociación de Hijas de María de la Inmaculada Concepción de Hue.
Fundada en 2006, la Asociación de Hijas de María de la Inmaculada Concepción cuenta con 1712 miembros activos en siete diócesis del país del sudeste asiático. Sus miembros reciben el Nuevo Testamento, cruces de madera y camisetas verdes como uniforme.

Hna. Mary Hoang Yen, de las Hijas de María de la Inmaculada Concepción, y miembros laicos visitan a una mujer de la etnia pako el 17 de julio de 2024 en el distrito de A Luoi de la provincia de Thua Thien Hue. (Foto: Joachim Pham)
Hoang Yen alabó los esfuerzos de los laicos, porque ayudan a muchas personas a conocer a Dios y a unirse a la Iglesia católica; también contribuyen económicamente a las actividades de la congregación y muestran su solidaridad con ella participando en las celebraciones de las monjas y visitando y apoyando a las hermanas ancianas o enfermas.
Los miembros de la asociación fomentan un fuerte sentido de comunidad y unidad visitando la casa madre, haciendo peregrinaciones a lugares religiosos, compartiendo experiencias en el trabajo apostólico y prestando apoyo espiritual y material a los miembros enfermos, accidentados o fallecidos.
"El objetivo de todas estas actividades es reforzar los lazos entre los laicos y las hermanas, creando un vínculo familiar", señala Hoang Yen.
Paul Phan Ngoc Quyet, dirigente de la asociación, señaló que los miembros laicos proceden de diversos ámbitos profesionales y colaboran con las hermanas en la prestación de servicios esenciales. Entre ellos figuran la atención sanitaria y la educación básica para minorías étnicas, recién nacidos abandonados, huérfanos, niños con discapacidades físicas, víctimas de catástrofes naturales y pacientes con VIH y cáncer.
Quyet destacó la sinergia entre laicos y monjas en sus esfuerzos. "Las monjas nos proporcionan apoyo emocional y material para llegar a las trabajadoras del sexo y drogadictos en posadas, bares, discotecas, locales de juego y karaokes, donde tienen un acceso [limitado]", explicó y agregó que los laicos cubren todas sus actividades con recursos propios y donaciones públicas.
La Hna. Anna Truong Thi Dung, integrante de Lover of the Holy Cross, apuntó que la Asociación Lovers of the Holy Cross establecida en 2016 "anima a los laicos a colaborar con las hermanas para continuar la misión de salvación de Cristo".

Dos miembros laicos de la Asociación Lovers of the Holy Cross lavan el pelo a un paciente en el Hospital General Quang Tri el 10 de agosto de 2024. (Foto: Joachim Pham).
Dung dijo que los esfuerzos de los laicos se centran en evangelizar a los que no conocen a Dios, hacer que los católicos que han dejado la fe vuelvan a la Iglesia y rezar por la paz en el mundo.
"Participan en diversas actividades, como enseñar el catecismo en las parroquias, formar parte de los coros en las misiones, proporcionar educación básica y formación profesional a los jóvenes de las etnias, y atender a los enfermos y vulnerables", explicó. La religiosa señaló que la asociación cuenta con 1200 miembros que trabajan en cinco diócesis.
Por su parte, Catherine Vu Hong Bich, de 41 años, quien dirige a 14 miembros de la parroquia de Dong Ha, dijo que ayudan a las hermanas distribuyendo comida a los pacientes del hospital, repartiendo la Eucaristía y proporcionando ataúdes para los pobres. Los fines de semana lavan el pelo a entre 50 y 70 pacientes del Hospital General de Quang Tri, y las monjas aportan fondos para el champú y el transporte.
"Estamos encantadas de trabajar con las monjas al servicio de los pacientes como forma de compartir el amor de Jesús", afirma.
Mai Kim Xuan, una budista de 45 años con una pierna rota, expresó su gratitud a las voluntarias católicas que le lavaron el pelo y le dieron masajes el 17 de agosto de 2024. Tras una semana sin bañarse, expresó su malestar y agradeció a los voluntarios su amabilidad a pesar de ser una extraña para ellos.

Miembros de la Asociación de Carmelitas posan, uniformados, para una foto tras su reunión mensual en el Convento de Carmelitas Descalzas el 18 de agosto de 2024. (Foto: Joachim Pham)
Lucía Dang Thu Chuc, miembro de la Asociación de Carmelitas, explicó que las Carmelitas Descalzas llevan una vida contemplativa y de clausura, y piden a los benefactores que apoyen las actividades de la Iglesia local, cuyas necesidades también son atendidas por los miembros de la asociación, comprometidos con el trabajo apostólico.
Chuc, de 58 años, explica que los laicos visitan a los enfermos, proporcionan ayuda a las víctimas de catástrofes naturales, sirven comidas durante las sesiones de formación en las parroquias y financian la construcción de instalaciones para las iglesias. Además, se reúnen una o dos veces al mes para la adoración eucarística, rezar el rosario y asistir a misa en el convento carmelita.
Una madre de tres hijos expresó su profundo afecto a las Carmelitas Descalzas por haber animado a ingresar en la orden a su hija mayor, quien entró el convento en 2008, profesó sus votos en 2012 y actualmente forma parte de la comunidad carmelita en la provincia de Lam Dong.
"Está muy contenta con su vocación e inspira a sus familiares a seguir la vida religiosa", afirma Chuc, quien tiene tres hermanas religiosas: una benedictina, una monja de San Pablo de Chartres y otra de las Hijas de Nuestra Señora de la Visitación.
Cuatro asociaciones de laicos han aportado unas 420 vocaciones, muchas de ellas de sus hijos y familiares, a las órdenes religiosas.
"Gracias a las asociaciones podemos vivir plenamente nuestra vocación laical y tenemos buenas oportunidades de trabajar por el bien común", dijo Chuc.
Nota: Este artículo fue publicado originalmente en inglés el 14 de noviembre de 2024.